«La novia vampiro»: Henry Thomas Liddell; poema y análisis.
La novia vampiro (The Vampire Bride) es un poema de vampiros del político y escritor británico Henry Thomas Liddell (1797-1878), publicado en la antología de 1833 El mago del norte; La novia vampiro y otros poemas (The Wizard of the North: The Vampire Bride, and other Poems).
El Vampiro, posiblemente uno de los mejores poemas de Henry Thomas Liddell, tiene el mérito de versificar una antigua leyenda medieval.
El poema se basa en la historia de un caballero llamado Albert, quien, habiendo colocado un anillo [algunos dicen que un anillo de bodas] en el dedo de una estatua de Venus, de repente observa que el dedo se dobla ligeramente, como animado por una repentina voluntad, por lo que no puede retirar la joya. Por la noche, una figura vampírica lo visita en su lecho y lo reclama como esposo.
En la leyenda, el caballero logra liberarse del ataque del Súcubo, en algunas versiones, recurriendo a la Palabra Sagrada; en otras, sencillamente expulsándola con el poder de su virtud. Sin embargo, en el poema de Henry Thomas Liddell no sabemos exactamente cómo terminó aquella historia, solo que el caballero es atacado en su cama y que la Vampiresa promete que el próximo encuentro, con él ya muerto, será en su propia tumba:
[Y de vez en cuando murmuraban los labios de piedra:
«Suave y cálido es este lecho tuyo,
mañana te acostarán en una cama más fría…
¡Albert! ¡Esa cama será mía!]
«Suave y cálido es este lecho tuyo,
mañana te acostarán en una cama más fría…
¡Albert! ¡Esa cama será mía!]
El Vampiro de Henry Thomas Liddell no nos ofrece mucho más para analizar. De hecho, ni siquiera se esfuerza en vincular el poema con la leyenda medieval, excepto por la mención del anillo y la palabra «novia» en el título. De todos modos, mencionaremos un detalle interesante. Este es uno de los primeros poemas de vampiros donde el atacante espectral no es decididamente repelente; sin embargo, esta Vampiresa o Súcubo parece ejercer un extraño poder hipnótico sobre Albert, de manera que no podemos saber realmente si aquella fue una experiencia agradable. La promesa final no parece ser auspiciosa [ver: ¿Por qué los vampiros necesitan ser invitados a entrar?]
Sobre la vaguedad del trasfondo de la historia, El Vampiro de Henry Thomas Liddell resulta muy específico en cuanto a sus detalles escabrosos. Por ejemplo, sitúa con precisión el área donde la Vampiresa clavará sus colmillos: el pecho de la víctima, justo «debajo de su corazón». Recordemos que, tanto en las leyendas medievales como en las primeras ficciones de vampiros, estas criaturas de la noche no mordían el cuello de sus víctimas, sino generalmenete en el pecho, a la altura del corazón.
Esta historia de la estatua que cobra vida es recurrente en la Edad Media, con una gran cantidad de variantes locales, pero que se resume en este joven que pone su anillo de matrimonio en el dedo de una estatua de Venus y se sorprende al descubrir que la diosa del amor se ha tomado el asunto en serio. En El Vampiro de Henry Thomas Liddell no se menciona específicamente, pero podemos asumir que coincide con la leyenda en que la estatua le prohibe al joven abrazar a su novia terrenal y lo obliga a quedarse con ella. El mismo motivo puede encontrarse en el relato de Prósper Mérimée: La Venus de Ille (Vénus d'Ille).
Otro punto en común con El Vampiro de Henry Thomas Liddell es que ciertas cualidades de la estatua comienzan a apoderarse de quienes la rodean. Es como si el estado mismo de la estatua [inmóvil, sin vida, pero de aspecto atractivo] contaminara a los vivos [el amante, el escultor o el espectador inocente], quienes son atraídos hacia un estado que se asemeja al de la estatua. En el poema de Henry Thomas Liddell, la Vampiresa ataca a Albert mientras este se encuentra inmóvil en la cama, tan paralizado como la estatua misma cuando él le colocó imprudentemente el anillo.
Hay un interesante trasfondo de liberación, incluso de éxtasis, en esta estatua [o en esta no-muerta] que infecta a los vivos con el silencio, la opacidad, la materialidad, atributos que bien podríamos trasladar a los Vampiros en general. En su forma más extrema, la estatua reanimada adquiere el poder petrificante de Medusa, análogo al poder de los Vampiros de transformar a sus víctimas en no-muertos. Es como si estos dos arquetipos [el Vampiro y la Estatua] funcionaran en virtud de un proceso de identificación e intercambio, de contagio, un cruce entre el préstamo y el robo de la vida. En este contexto, dar vida a una estatua se convierte en una transgresión, un acto que debe pagarse con la muerte, o, al menos, con una radical transformación de los términos de lo que llamamos «vida».
La novia vampiro.
The Vampire Bride, Henry Thomas Liddell (1797-1878)
(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)
«¡He venido! He venido una vez más de la tumba,
a cambio del anillo que has dado;
que yo soy tuya, y que tú eres mío,
recibe esta prenda nupcial.»
Yacía él como un cadáver bajo la fuerza del Demonio,
y ella lo envolvió en un sudario;
fijó sus dientes debajo de su corazón,
¡y bebió de la tibia sangre vital!
Y de vez en cuando murmuraban los labios de piedra:
«Suave y cálido es este lecho tuyo,
mañana te acostarán en una cama más fría…
¡Albert! ¡Esa cama será mía!
“I am come—I am come! once again from the tomb,
In return for the ring which you gave;
That I am thine, and that thou art mine,
This nuptial pledge receive.”
He lay like a corse ‘neath the Demon’s force,
And she wrapp’d him in a shround;
And she fixed her teeth his heart beneath,
And she drank of the warm life-blood!
And ever and anon murmur’d the lips of stone,
“Soft and warm is this couch of thine,
Thou’lt to-morrow be laid on a colder bed—
Albert! that bed will be mine!”
Henry Thomas Liddell (1797-1878)
In return for the ring which you gave;
That I am thine, and that thou art mine,
This nuptial pledge receive.”
He lay like a corse ‘neath the Demon’s force,
And she wrapp’d him in a shround;
And she fixed her teeth his heart beneath,
And she drank of the warm life-blood!
And ever and anon murmur’d the lips of stone,
“Soft and warm is this couch of thine,
Thou’lt to-morrow be laid on a colder bed—
Albert! that bed will be mine!”
Henry Thomas Liddell (1797-1878)
(Traducido al español por Sebastián Beringheli para El Espejo Gótico)
Poemas góticos. I Poemas de vampiros.
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El análisis, traducción al español y resumen del poema de Henry Thomas Liddell: La novia vampiro (The Vampire Bride), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
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