«La liebre»: Charles Nodier; relato y análisis.
La liebre (La lièvre) es un relato fantástico del escritor francés Charles Nodier (1780-1844), publicado en la antología de 1822: Infernaliana (Infernaliana).
La liebre, sin dudas, es uno de los más cuentos de Charles Nodier más interesantes publicados en aquella colección, en donde el autor recopila y adapta una gran cantidad de leyendas populares.
La liebre.
La lièvre, Charles Nodier (1780-1844)
Un amigo mío, honesto agricultor, eran un empedernido cazador; lo veían, desde el amanecer saltar zanjas, subir colinas y perseguir a su presa hasta en sus últimos atrincheramientos.
Una tarde en que roto de cansancio, y de muy mal humor, tomaba tristemente el camino de regreso a casa con el morral vacío, una liebre sale a sus pies, mi amigo dispara y yerra el tiro: su mal humor aumenta; éste desaparece no obstante cuando ve que la liebre se agazapa a cien pasos de él.
Recarga su escopeta, se acerca, dispara y yerra de nuevo los dos tiros; no comprendía cómo había podido ser tan torpe, él que no disparaba nunca en falso. Retoma el camino refunfuñando, cuando vuelve a ver a la liebre, sentada sobre su trasero atusándose apaciblemente los bigotes.
—Esta vez —dijo el cazador— no me desafiarás más.
Entonces, apuntándole con una precisión que no lo engañó jamás, lanza el disparo y cree haber abatido a su víctima: vana ilusión, pues sale huyendo unos pasos y parece burlarse de su enemigo.
El intrépido cazador, arrebatado de ira, jura perseguirla hasta el fin del mundo; cumplió su palabra y tan bien que al cabo de dos horas había consumido toda su munición, aunque veía aún al maligno animal plantarle cara insolentemente, a unos pasos de él.
Sin contenerse más de rabia, mi amigo busca hasta el fondo del zurrón y encuentra una carga de pólvora, pero sin plomo; no sabía qué hacer, cuando se le ocurrió la idea de retorcer monedas de seis liards y de seis sous y hacer con ellas balas.
Había llegado a recargar su escopeta a fuerza empeño y paciencia y se disponía a disparar, cuando la liebre cambió de repente de aspecto y fue reemplazada por un hombre que dirigió estas palabras al cazador:
—Deja de perseguirme, desgraciado; el cielo ha permitido que vuelva a ser criatura humana para impedir que cometas un crimen. Yo soy tu abuelo: desde hace cincuenta años vivo en esta llanura bajo el aspecto de una liebre, y mi penitencia debe prolongarse aún por cincuenta más. Si no quieres sufrir la misma pena, evita tus pecados.
Cuando concluyó estas palabras, se convirtió de nuevo en liebre y dejó a su nieto estupefacto y temblando de espanto.numerosas montañas boscosas. Se quedó muy sorprendido cuando, creyéndose solo, oyó que alguien lo llamaba por su nombre.
La voz no le resultaba desconocida. Pero como no parecía demasiado dispuesto a responder, lo llamaron por segunda vez. Creyó reconocer la voz de su padre, recién fallecido.
Pese a su miedo, no dejó de dar unos pasos hacia adelante. Pero cuál no sería su sorpresa al ver una gran caverna o una especie de abismo, en la que había una escalera muy larga que iba de arriba abajo. El espectro de su padre se apareció en los primeros peldaños y le dijo que Dios había permitido que se le apareciera para darle instrucciones acerca de lo que debía hacer por su propia salvación y por la liberación de quien le hablaba, así como por la de su abuelo, que se encontraba unos cuantos peldaños más abajo.
Añadió que la justicia divina los castigaba y los retenía donde estaban hasta que no restituyera a un determinado monasterio una herencia usurpada por sus antepasados...
Recomendó a su hijo que realizara dicha restitución lo antes posible para evitar el castigo divino, pues de no hacerlo su lugar estaba ya reservado en aquel lugar de tormento. Tras aquella amenaza, la escalera y el espectro empezaron a desaparecer insensiblemente, y la entrada de la caverna volvió a cerrarse. El señor, cuyo pavor había llegado al límite, regresó inmediatamente a su casa; la agitación de su espíritu no le permitió intentar profundizar en aquel misterio.
Devolvió a los monjes los bienes que le habían indicado, dejó a su hijo el resto de su herencia e ingresó en un monasterio donde pasó santamente el resto de su vida.
Charles Nodier (1780-1844)
Relatos góticos. I Relatos de Charles Nodier.
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El análisis y resumen del cuento de Charles Nodier: La liebre (La lièvre), fueron realizados por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
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