«El secreto de la doncella»: Ella Wheeler Wilcox; poema y análisis.
El secreto de la doncella (A Maiden's Secret) es un poema de amor de la escritora norteamericana Ella Wheeler Wilcox (1850-1919), publicado en la antología de 1883: Poemas de pasión (Poems of Passion).
El secreto de la doncella, sin dudas uno de los mejores poemas de Ella Wheeler Wilcox, recorre los abismos insondables del alma femenina, puntualmente a través de las tribulaciones de una mujer enamorada.
Imaginemos por un momento a una doncella victoriana, o mejor dicho, a una sirvienta, una obrera joven, casi niña, que deforma sus dedos en la rugosa madera del telar. Su rostro es pálido, sus ojos están fijos sobre las revoluciones de la tela; el cabello, de un rubio opaco, se asoma debajo de un pañuelo sucio y descolorido.
¿Por qué esta chica, esta doncella, esta sirvienta, se ha transformado en algo tan especial?
¿Qué atributos invisibles la hacen merecedora de uno de los mejores poemas de amor de la historia?
Naturalmente, toda su magia se esconde en el secreto, probablemente el último refugio de su esperanza.
El secreto de la doncella revela aquellas sutilezas de la feminidad que los hombres rara vez percibimos, como si las mujeres tuviesen un lenguaje para comunicarse con nosotros y otro, más silencioso e inacabado, que las atormenta desde aquel abismo insondable de la mente: mudo discurso hecho de imágenes y símbolos e ilusiones que adquieren siluetas fantásticas.
El secreto de la doncella.
A Maiden's Secret, Ella Wheeler Wilcox (1850-1919)
He marcado este día en lo profundo de mi corazón
como la más dulce de las jornadas;
—Separado del resto de mis tristes horas,
Aunque no diré la razón, por ahora,
pues ese es mi Secreto— No debo decirlo;
sin embargo, los cielos son suaves y tiernos,
y nunca antes, lo sé muy bien,
la Tierra se llenó de tanto esplendor.
Canto en mi labor a lo largo del día,
mi corazón es ligero como una pluma,
y hay una razón para mi alegre canción,
más allá de la belleza de la estación.
Pero no os lo diré, aunque sensible sea
la corteza del arce, gritaría en voz alta si pudiese;
Pero lo sé, él no tiene el don de la palabra.
Donde mis dedos de niña cosían, llegó Uno
que me arrulló con las más bellas historias,
Él dijo que mis cabellos le fueron arrebatados al sol,
y mis ojos a la mañana gloriosa.
Abuela dice que no debo creer
las amargas palabras del hombre, pues son odiosas;
Pero estoy segura de que sus labios no engañan,
y nada fuera de su cálida melodía realmente importa.
Anoche estaba triste, y el mundo me parecía
una vivienda solitaria y sombría;
pero entonces nadie me había pedido que sea
la pálida musa de sus días.
¡Él existe ahora! Más debo callar,
sellar mis labios ante la pasión impía,
silenciarlos aunque la pena me consuma.
Y ningún mortal sabrá entonces,
porqué mi corazón es ligero como una pluma.
I have written this day down in my heart
As the sweetest day in the season;
From all of the others I've set it apart-
But I will not tell you the reason,
That is my secret---I must not tell;
But the skies are soft and tender,
And never before, I know full well,
Was the earth so full of splendour.
I sing at my labour the whole day long,
And my heart is as light as a feather;
And there is a reason for my glad song
Besides the beautiful weather.
But I will not tell it to you; and though
That thrush in the maple heard it,
And would shout it aloud if he could, I know
He hasn't the power to word it.
Up, where I was sewing, this morn came one
Who told me the sweetest stories,
He said I had stolen my hair from the sun,
And my eyes from the morning glories.
Grandmother says that I must not believe
A word men say, for they flatter;
But I'm sure he would never try to deceive,
For he told me---but there---no matter!
Last night I was sad, and the world to me
Seemed a lonely and dreary dwelling,
But some one then had not asked me to be-
There now! I am almost telling.
Not another word shall my two lips say,
I will shut them fast together,
And never a mortal shall know to-day
Why my heart is as light as a feather.
Ella Wheeler Wilcox (1850-1919)
As the sweetest day in the season;
From all of the others I've set it apart-
But I will not tell you the reason,
That is my secret---I must not tell;
But the skies are soft and tender,
And never before, I know full well,
Was the earth so full of splendour.
I sing at my labour the whole day long,
And my heart is as light as a feather;
And there is a reason for my glad song
Besides the beautiful weather.
But I will not tell it to you; and though
That thrush in the maple heard it,
And would shout it aloud if he could, I know
He hasn't the power to word it.
Up, where I was sewing, this morn came one
Who told me the sweetest stories,
He said I had stolen my hair from the sun,
And my eyes from the morning glories.
Grandmother says that I must not believe
A word men say, for they flatter;
But I'm sure he would never try to deceive,
For he told me---but there---no matter!
Last night I was sad, and the world to me
Seemed a lonely and dreary dwelling,
But some one then had not asked me to be-
There now! I am almost telling.
Not another word shall my two lips say,
I will shut them fast together,
And never a mortal shall know to-day
Why my heart is as light as a feather.
Ella Wheeler Wilcox (1850-1919)
Poemas góticos. I Poemas de Ella Wheeler Wilcox.
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todo el blog, es..simplemente precioso!!!!! yo tengo muucho que aprender!!XDD
ResponderEliminarMe ha fascinado este poema, es precioso, me ha dejado una enorme sonrisa.
ResponderEliminarGuao que chido poema
ResponderEliminarMe encantó el final
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