La eficaz imprecisión del Séptimo Sentido.
Debido a ciertas sincronías, a ciertos caprichos de la realidad que pueden adivinarse mediante la razón o algún atávico instinto primario, es fácil caer en la tentación de suponer que los grandes acontecimientos, felices o infortunados, pueden presentirse con el mismo grado de eficacia.
No obstante, la competencia de ese supuesto Séptimo Sentido no puede evaluarse a través de su porcentaje de aciertos. Todo lo contrario, son los desaciertos los que prueban su existencia.
Pienso ahora en las muchas veces que creí que algo ocurriría, y no ocurrió. Las veces que sentí la inminencia de una gran revelación que nunca me fue confesada. Las veces que anticipé, con la precisión de un acorde marcial, un gol sobre la hora, un llamado, una lluvia.
Si el Sexto Sentido es un instinto que nos permite sentir aquello que no ha ocurrido, pero que ocurrirá, el Séptimo Sentido evidencia su ser a través de las cosas que ocurren pero que nunca llegamos a presentir.
Lo sé porque las noches en las que murieron las personas que más quise nunca sentí un escalofrío. Nunca sospeché nada. Nunca sentí que se estaban yendo.
Egosofía. I Diarios de antiayuda.
El artículo: La eficaz imprecisión del Séptimo Sentido fue realizado por El Espejo Gótico. Para su reproducción escríbenos a elespejogotico@gmail.com
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