Hechizos para hacerse invisible.

Por Atenea Helenaus.

Hablar de un hechizo para hacerse invisible no parece muy serio que digamos, pero eso no significa que no existan. A lo largo de la historia de la magia uno de los hechizos más comunes es justamente el que busca hacernos invisibles [ver: Liber Aneguemis: el libro que explica cómo volverse invisible]

Las brujas de Irlanda creían en el Féth Fíada [«el amo de la bruma»], un tipo especial de capa o manto que permitía volverse invisible a quien lo usara. La leyenda cuenta que los Féth Fíada eran usados por los Tuatha De Danann, los antiguos habitantes de Irlanda, que poco a poco fueron regresando al mundo mágico del que habían venido.

El hechizo del Féth Fíada no tiene nada que ver con telas mágicas o diseños sobrenaturales. Se dice que la invisibilidad proviene de los propios Tuatha De Danann, que eligen a quienes son bienvenidos del «otro lado» de la realidad.

Uno de los magos que más y mejor investigó distintos hechizos para hacerse invisible fue Aleister Crowley. Para comprobar sus resultados solía caminar por las calles de Londres vestido con largas túnicas rojas. De ese modo podía darse cuenta si era observado o si pasaba desapercibido.

Pero hacerse invisible tiene su costado peligroso. En realidad ningún hechizo habla de la invisibilidad como una desmaterialización, sino simplemente como una de las tantas formas de evadir el ojo humano. Una vez que el sujeto se hace invisible para el ojo humano se vuelve visible para las criaturas que flotan en el plano astral [ver: Si los ves, Ellos te ven]

Por eso todos los hechizos para volverse invisible prometen efectos de corta duración. Nadie puede exponerse a la mirada del plano astral sin pagar algún tipo de precio o consecuencia.

Bajo ningún concepto practiques esta clase de hechizos para hacerse invisible. No solo son peligrosos para ti sino para las personas que viven contigo [ver: Cuando algo invisible te respira en la cara]. En el plano astral habitan cosas sin nombre capaces de «pegarse» o «adherirse» a ti y de esa forma vampirizarte. También existe el peligro de que tu casa se vea impregnada con presencias de las que no conviene hablar abiertamente [ver: Cómo y por qué algunas entidades se «pegan» a las personas]

Digo esto porque buscando información sobre el tema observé que en varios lugares se ofrecen hechizos realmente peligrosos. No diré nada sobre ellos. Prefiero ser una ortiva, como decimos por aquí, y no cargar con la incompetencia de algún mago aventurado que mete las narices donde no debe.

La idea de ser invisible es muy tentadora, pero recuerda lo siguiente: si tu los miras, ellos te devuelven la mirada [ver: Algo invisible me acaricia el cabello]




Hechizoteca. I Diarios Wiccanos.


El artículo: Hechizos para hacerse invisible fue realizado por Atenea Helenaus para El Espejo Gótico. Si tienes alguna duda o consulta escríbenos a elespejogotico@gmail.com